lunes, 16 de marzo de 2009

Eleazar Salinas Olea (In memóriam), por Eduardo Esquivel Revilla



Enero, viernes 9 de 2009
Universitario sinaloense. Nació en Culiacancito, municipio de Culiacán, Sinaloa, México. Dirigente estudiantil al comienzo de la década de los setentas, integrante de la Federación de Estudiantes Universitarios de Sinaloa (FEUS). Revolucionario.
En el movimiento estudiantil representó las tendencias más radicales y populares. Después, al pasar a la clandestinidad, junto con la mayoría de los dirigentes de la FEUS, la política radical no lo alejó, como a veces ocurrió a otros, de las luchas más elementales y sentidas de los sinaloenses.
Sobreviviente de la lucha armada socialista en México de los años setentas.
Continuó siendo propagandista y organizador de izquierda, difundiendo su pensamiento en distintas formas, incluyendo los medios electrónicos de comunicación; manteniendo y estableciendo contacto personal, a través de los años, con sus compañeros de lucha.
En los últimos años Eleazar radicó en California y desde allá reforzó sus vínculos con viejos y nuevos amigos, identificados por la solidaridad humana y la voluntad de luchar por los débiles de una sociedad en muchos aspectos despiadada.
Durante años continuó presente a través de radio, documentos e internet.
A partir de febrero de 2000 dio seguimiento a una serie de reuniones de ex guerrilleros socialistas. Se incorporó a ellos mediante una red de internet, denominada coloquialmente “cibervecindario”.
Asistió a la Quinta Reunión Nacional de ex Militantes del Movimiento Armado Socialista, también denominado entonces Movimiento 23 de Septiembre.
Esa reunión ocurrió en Madera, Chihuahua, el 23 de septiembre de 2005.
Allí su participación reiteró el estilo tan propio de Eleazar Salinas: al hablar parecía el hermano mayor cuya sola intención es guiar protegiendo a los suyos.
Ya entonces conocíamos su delicada situación de salud. Él se enfrentaba con entereza a la enfermedad. También en eso nos daba ejemplo.
Durante toda su vida motivó en sus compañeros cariño y admiración. Así ha sido particularmente entre quienes han disfrutado su trato personal.
Cierto que también ha tenido enemigos y ha sabido ser duro en la polémica, sobre todo en defensa de sus camaradas, cuando los ha creído agredidos… a la manera, como siempre, de los hermanos mayores.
En marzo de 2008 asistió al Segundo Encuentro Nacional de Mujeres Ex Guerrilleras, realizado en Mazatlán, Sinaloa.
Participó como ponente extraordinario, pues su presencia no estaba considerada y, al llegar, la organizadora Maricela Balderas Silva, sus auxiliares y varios asistentes decidieron que su intervención era indispensable.
También grabó entrevistas a sus amigos y, como otras veces, sostuvo charlas privadas y reuniones con pequeños grupos. Y como en otras ocasiones hizo una especie de recorrido por su tierra sinaloense, convocando a juntas, en Mazatlán, Culiacán y otros lugares.
El sábado, 13 de septiembre de 2008, a las 7.47 de la noche, recibí un mensaje telefónico de Joel.
-Me urge el teléfono del Beto de Cd. Juárez, estoy con Eleazar Salinas en Los Ángeles, está grave, dile que me llame a este número.
Yo estaba en San Ignacio, Sinaloa, y no tenía a la mano el directorio. Afortunadamente José respondió al instante.
-Eleazar Salinas está grave.
José ya sabía. Me dio el número que le pedí.
Por mensaje di a Joel el número telefónico de Alberto Domínguez, en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Inmediatamente llamé y Joel me informó de Eleazar. Todos sabíamos de su enfermedad, contra la que había combatido desde hace años.
Joel me puso al teléfono con Eleazar.
-Estoy orgulloso de haber pertenecido a nuestro grupo, a esa pléyade de luchadores revolucionarios- dijo emocionado.
-Te doy un abrazo, seguimos juntos, fuertemente tomados de las manos, hasta el final- le dije.
En la esencia de nuestra conversación, era un hecho la conciencia del adiós definitivo en este mundo.
No podíamos evitarlo, conversamos sintiendo que decíamos y escuchábamos las últimas palabras entre viejos camaradas.
Él andando el camino, adelante, mostrando cómo avanzar venciendo incertidumbres, miedos, oscuridades… siempre con dignidad, valor y entereza.
-No nos conocimos en aquel tiempo, pero…
-Pero es como conocernos de toda la vida- le dije.
-Somos amigos, camaradas…
-Somos hermanos de sangre derramada- repetí lo que tantas otras veces he dicho a mis jefes y maestros.
Nos mandamos abrazos y alientos..
Llamé a Maricela Balderas para que avisara a todos. Me preguntó qué había dicho Eleazar.
-Que estaba orgulloso de haber pertenecido a nosotros…
Ya no dije más porque la voz me traicionaba.
-Le voy a llamar- dijo Maricela.
Así fue.
Joel quedó de guardia, despierto y presente mientras los demás apenas podíamos enviar pensamientos, oraciones, tristezas y recuerdos.
En Mazatlán, el domingo, 14 de septiembre de 2008, en el programa radiofónico de corte católico de Radio Noticias 870 AM, Alejandro Bernal Reyes, el titular, mencionó a Eleazar y los asistentes en cabina oraron y llamaron a orar por aquel amigo en Los Ángeles. Lo mismo ocurrió el 21 de septiembre de 2008.
-¿Cómo está Eleazar?
-Igual, queda poco tiempo, poco aliento- respondió Joel.
Era sábado, 20 de septiembre de 2008.

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